La Foto de Tesoreria

En el post anterior vimos la importancia de saber dónde estamos. Así que sin más dilación vamos al lío que tenemos trabajo que realizar.

La Foto de Tesorería es la que nos va a dar la información exacta de que es lo que estamos haciendo con nuestro dinero hoy en día, de dónde viene y adónde se va, siempre que al elaborarlo no nos vistamos de Pinocho y nos empiece a crecer la nariz. Además, la Foto de Tesorería es el trabajo previo al Presupuesto Financiero que hemos de elaborar todos los años sí o sí.

¿Por dónde empezamos? Pues estamos de nuevo en la casilla de salida, como en el juego de la Oca. Antes que nada, coge el ordenador y abre una hoja de cálculo o toma libreta y boli. La información que te servirá son los gastos de los últimos 12 meses. Aunque el mapa será de un año, siempre lo desglosaremos mes a mes.

Una vez que estamos a punto de comenzar, cogemos aire y nos llenamos de ánimos, paciencia y sinceridad.

Esto es una lata y da pereza, pero hay que hacerlo. Te comparto una hoja de cálculo en Excel para que tengas en la cabeza la foto de lo que queremos hacer. Esta hoja de Excel nos dará una perspectiva visual de lo que queremos hacer; por ello, te recomiendo que la abras antes de seguir leyendo. Cómo usarla te lo explico en otra entrada.

Entradas

Primero empezamos por los ingresos. Miramos todas las entradas de dinero que hemos tenido en los últimos doce meses: nómina, parte de los ingresos que destinas a ti si trabajas por cuenta propia, pensión, ingresos por alquileres, cobro de dividendos, la devolución de Hacienda si te sale a devolver… recuerda, hacerlo mes a mes.

Aunque lo hayas hecho mes a mes, suma todo lo que has ingresado en un año. Verlo de esta manera te puede cambiar de perspectiva de qué hacer con ese monto de dinero que verlo más desmenuzado y por tanto en cifras más pequeñas. El mes a mes nos servirá para más adelante.

Salidas

Ahora a por las salidas, lo vamos a hacer de tal forma que ya tengamos los deberes ya casi hechos para más tarde hacer el Presupuesto. Voy a ser pesada, te recuerdo que tenemos que hacerlo mes a mes.

Tenemos que identificar los desembolsos que son gastos recurrentes -salidas de dinero que se repiten mes a mes o año a año si el pago es anual-, ya sea con cantidades fijas o cantidades variables. Aquí entraría desembolsos como la hipoteca o alquiler de la casa, los pagos de los suministros de agua, electricidad, calefacción; comunidad, colegios, libros y materiales escolares, cuotas de cursos, cuotas de otros préstamos, cuotas por contratos firmados o afiliaciones como el gimnasio, las plataformas de pago como Netflix, el Club de Ajedrez, comida, transporte, seguros varios, impuestos, las donaciones, las salidas de todos los viernes, los regalos de cumpleaños, las vacaciones, el pago del Impuesto de la Renta si te sale a pagar… se trata de fotografiar todos los desembolsos y ponerlos en la categoría que quieras menos en la de otros, la categoría de otros no puede existir. Cuidado de no dejar atrás las cuotas de los diferentes préstamos que tengamos.Las categorías pueden ser vivienda, transporte, comida, salud, educación, ocio, cuidado personal, ropa y enseres… cualquieras que se nos ocurra mientras los desembolsos que incluyamos en ellas sean de la misma naturaleza u origen.

Uff, cuanto de larga puede ser la lista de gastos recurrentes ¿no? Una vez identificados y categorizados, súmalos y obtén la cantidad anual que destinas a este tipo de desembolso.

Si llegado a tener identificados todos los gastos recurrentes, y no te ha dado un patatús al ver la suma, seguimos con los desembolsos por gastos imprevistos: averías, un viaje no esperado porque era el chollo que no podíamos dejar ir, el regalo de la tercera boda de tu mejor amigo que te avisa tres meses antes… cualquier desembolso que no te esperabas. Suma los imprevistos también de forma anual, aunque desglosado mes a mes.

Ya, por último, tenemos los desembolsos destinados al ahorro o a la inversión, son aquellas cuotas para el plan de pensiones u otro tipo de plan de ahorro, la transferencia destinada a la cuenta de ahorro, los importes invertidos en cualquier instrumento financiero, llámese acciones, fondos de inversión, criptomonedas…

Suma los tres bloques:

Salidas anuales = gastos recurrentes + gastos imprevistos + ahorro e inversión

El importe que nos da es una panorámica a vista de pájaro de adónde van nuestros euros y eso viene de maravillas para elaborar el presupuesto y para fijar las estrategias que nos ayuden a conseguir nuestros objetivos financieros.

La fórmula

Entradas anuales– Salidas anuales que pueden ser: mayor, igual o menor que cero.

Hasta aquí hemos llegado por hoy. Te dejo tareas para las siguientes entradas del blog. Analiza tus entradas y tus desembolsos, analiza el resultado de la fórmula: ¿Suele ser así siempre? ¿Te lo esperabas? ¿Viendo las cantidades anuales que salen de tu bolsillo en desembolsos evitables, has pensado que te da para algo más que para llegar justo a final de mes?

CAPÍTULO 3

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